lunes, 22 de marzo de 2010

¿Un día de mala suerte?

Es sábado, seis de la mañana, y estaba amaneciendo.Yo me acababa de despertar, me levanté de la cama y solo al levantarme noté que es un día de esos en que todo te sale mal. Lo supe porque nada más despertarme me tropiezo con la pata de la cama en el dedo meñique…¡En el que más duele!

Voy hacia la cocina, nada más entrar en la cocina se me cae el café que había preparado mi tía en el pié justo donde antes me había dado en el dedo y pienso…¡Joder colega todo me pasa a mi! Me dirijo hacia la ducha para bañarme y llegando al baño se encuentra mi tío en él como es habitual en toda familia ¡toca! esperar y la espera se hace eterna ¡te lo juro!.Termino de comer al mediodía y nada mas terminar me llama el colega para ir a jugar al fútbol en el parque. Empezamos a jugar al fútbol con la gente que había allí antes que nosotros, entonces hablamos con ellos para apostar 2 euros por cabeza y tuvimos tan mala suerte que perdimos los 4 primeros partidos. Pensamos en irnos ya para nuestras casas pero decidimos quedarnos un rato más en el parque para ver quién de los equipos que jugaba ganaba más dinero. Pues nada siguieron jugando y cuando terminaron de jugar se van del parque y nos quedamos los colegas y yo solos en el parque. Entonces nos tocó el rayo de la buena suerte y resulta que a la gente que había ganado la mayoría de los partidos se les olvidó el bote con el dinero en el parque.

Al final no salimos perdiendo sino que salimos ganando porque nos quedamos con 14 euros cada uno.

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